Quito, 23 de julio de 2023
Lo personal es político
Katiuska King Mantilla
Hace una semana circularon una lista y un vídeo en el que anuncian nombres de las personas que aparentemente Carlos Pólit mencionó en una audiencia. En el vídeo se habla de que Pólit, enjuiciado por lavado de activos en Estados Unidos, pagó una fianza de 14 millones de dólares para obtener su libertad en mayo de 2022 (Silva, 2022). En esa lista supuestamente se señalan nombres y valores de lo que cada persona “robó y saqueó”. Algunas personas cercanas que me conocen me escribieron comentando que se menciona mi nombre.
En épocas de campañas electorales como la actual suelen aparecer, con mayor frecuencia, mentiras y noticias falsas que, amparadas en el anonimato de las redes sociales, buscan influir en la opinión pública, apuntalando la desinformación, poniendo en crisis a la democracia. Un actuar sin ningún escrúpulo, canallesco que Han (2022) lo define como infocracia:
“Ejércitos de troles intervienen en las campañas electorales difundiendo de forma deliberada noticias falsas y teorías conspirativas. Los bots […] difunden fake news, difamaciones y comentarios cargados de odio.”
(Han 2022)
El régimen de infocracia busca posicionar bajo todos los medios posibles, sus noticias falsas que, de tanto repetirlas pretenden instaurarse como verdad, pero NO LO SON. Como dice Martín Hilbert (2020) las noticias falsas refuerzan dos sesgos cognitivos: el sesgo de confirmación y el de novedad.
El primero nos indica que:
“si una información refuerza tu opinión, se ha verificado que es un 90% menos probable que la identifiques como falsa. Y aun si te dicen que era falsa, es un 70% más probable que un tiempo después la recuerdes como verdadera.”
Hopenhayn (2020)
Mientras que el sesgo de novedad nos dice que:
“Nosotros evolucionamos para prestar una atención desproporcionada a lo novedoso. […] Y la verdad no suele ser novedosa, ya la has escuchado antes. Así las noticias falsas obtienen en las redes 20 veces más retuits que las verdaderas.”
Hopenhayn (2020)
Quien lee dicho listado, parece ser el exdiputado Marcelo Dotti escondido en unas gafas negras con un pequeño cuadro de Eloy Alfaro atrás. En el vídeo no pone su nombre. Si algo de dignidad tendría o si creyera en la veracidad de su mentira, no debería esconderse en el anonimato.
A través de las redes sociales ahora es más fácil que antes lanzar mentiras y esconderse. No es novedad que las redes sociales están llenan de bajezas y este tipo de actos, al viejo estilo de lanzar una piedra y esconder la mano, no solo son malintencionados sino son COBARDES con letras mayúsculas.
Hay quien prefiere atacar al mensajero y no a sus mensajes. ¿Será que ese listado y vídeo tiene que ver con mis comentarios sobre la reforma propuesta a la seguridad social? Aunque la justicia es lenta y antojadiza, analizaré las posibles acciones legales.
Lo que no voy a hacer es ser cómplice de la cultura del silencio o como dice bell hooks (2021) “cómplice de una cultura de dominación” al callarme y acostumbrarme a hechos cobardes y misóginos por mis opiniones políticas y por pensar por cuenta propia.
Sí, tuve una participación política como Ministra coordinadora de la Política Económica (abril 2010 a octubre 2011). En el Ecuador, se ha buscado instalar el relato de que el correísmo es corrupto, y si trabajaste en ese período también lo eres. No importa si te fuiste, no importa nada, lo que cuenta es la generalización y la descalificación sin pruebas.
La persona que al parecer me menta en ese vídeo es quién en su momento pronunció estas palabras en el año 1994: “¿Sabes por qué? Porque me acosté con tu mujer que tiene cara de hombre” (Vintimilla, 2019).
Este tipo de expresiones son parte de una sociedad patriarcal violenta que convierte a la mujer en un objeto que debe quedarse en casa, se usa y no se respeta. Ya no estamos en los años 90 cuando la participación política de las mujeres era mínima, aunque algunos quisieran llevarnos de vuelta a esos años. Si lo que buscan es amedrentarme, se equivocan.
A la persona que se esconde en el vídeo:
– ¿Te puedo llamar Marcelo? así como tú me llamas por mi nombre y supones conocerme.
– Pues si eres tú quién dice tener dicho listado del que hablas, preséntalo, entrégalo a la Fiscalía, pues la no denuncia te convierte en cómplice. También te invito a debatir sobre tus contribuciones políticas. Si quieres mencionarme, ten la valentía de dar la cara y mostrar las supuestas pruebas.
El buen nombre no se pierde por calumnias echadas al aire. Las mujeres tenemos voz y podemos pensar y opinar con criterio propio.
Referencias
Han, Byung-Chul (2022). Infocracia: la digitalización y la crisis de la democracia. Traducido por Joaquín Chamorro Mielke. Barcelona: Taurus.
hooks, bell (2021). Enseñar a transgredir. La educación como práctica de libertad. Traducido por Marta Malo. Capitán Swing: Madrid
Hopenhayn, Daniel (2020). Entrevista a Martín Hilbert, «La verdadera fuente de poder de las redes ha sido llevarnos a nuestro narcisismo, enojo, ansiedad, envidia, credulidad y, por cierto, a nuestra lujuria», BBC Mundo. Consultado en https://www.bbc.com/mundo/noticias-54484758
Silva, Orlando (2022). Así obtuvo Pólit los USD 14 millones para su fianza, El Comercio. Consultado en: https://www.elcomercio.com/actualidad/politica/asi-obtuvo-polit-pagar-fianza-juici.html
Vintimilla, Juan Pablo (2019). Las frases que retratan 40 años de historia e histeria en la democracia ecuatoriana. Primicias. Consultado en: https://www.primicias.ec/noticias/politica/frases-40-anos-historia-histeria-democracia-ecuatoriana/
